Seguidores

miércoles, 17 de mayo de 2017

Paterson

Me gustan las casualidades, me hacen sentir segura. Como si algo completamente externo que no dependiera de mi fuerza y determinación, me dijese que voy por el camino correcto.
Una sesión llena de analogías que redundaban en una sola pregunta que aún no puedo responderme (aunque posiblemente cuando la respuesta apareciera no lo hiciera de un modo consciente) me hicieron iniciar un ritual que bien podría estar emulando algún texto del libro que estoy leyendo.
El café, elegir la mesa con mejor luz, elegir del menú algo que fuese estéticamente bello y de mi agrado para vivirlo de un modo completamente íntimo. Sin fotos. Apenas un posteo sobre mi cita romántica con el libro.
Pedir otro café y leer hasta terminar el capítulo subrayando los datos y las frases en las que podía encontrarme a mí misma.
Hacer que el camino de vuelta atravesara el parque y quedarme un rato en ése lugar favorito donde se escucha el agua y se pueden ver los peces koi.
Notar de repente que estaba viviendo la mayoría de los últimos días como si fuesen domingo, como si fuesen conceptualmente un domingo. Con todo lo bueno y lo malo que eso implica.
Por ejemplo mirar episodio tras episodio de una serie hasta la madrugada y ver que en la cuarta temporada aparece uno de mis directores favoritos en el que había estado pensando. Aparece en un papel absolutamente secundario en un solo episodio pero sentí como si lo hubiera convocado yo misma con el pensamiento.
Volvía caminando como si además de ser domingo estuviera de viaje. Entré a pequeños negocios que compartían la particularidad de parecer congelados en el tiempo. Como de otra época. En el último compré algo casi a modo de souvenir porque quería materializar la sensación de sentirme como viajante en mi propio barrio.
Llegué a casa, me dí cuenta que ya no me quedaban episodios de la serie. Decidí ver una película. No sabía qué elegir… Así que después de mirar cantidades de títulos random, elegí una por la portada, que consistía en una ilustración muy simple sobre un fondo naranja y una tipografía de líneas rectas que rezaba el título en una sola palabra. Siempre tengo la corazonada de que si me gusta la portada me va a gustar la película.
El protagonista de la peli, resultó ser el mismo actor de la serie. En este caso interpreta un chofer de colectivo que tiene una sensibilidad tremenda para observar pequeños detalles y escribir poemas.
De entrada me conmovió la temática y la estética con la que estaba relatada la historia. Dos personajes de otra película de otro de mis directores favoritos aparecen teniendo un diálogo como pasajeros del colectivo que maneja el protagonista. El tema del que hablaban era exactamente el mismo que otro libro que yo había leído anteriormente y me había regalado alguien que amo.
Los elementos relevantes en los planos respondían a otras imágenes asociadas a sensaciones con las que vengo dialogando hace un tiempo.
Los días que pasan, el texto sobre la imagen, la pintura sobre las cosas, la misma cama, un libro, un espacio de reconocimiento, un cuaderno destrozado, un cuaderno en blanco… y todos los mensajes en forma de sueños y casualidades.


viernes, 5 de agosto de 2016

Sobre/Acerca el Amor

Por acá pasaba un tren...
Desde sus vagones en plena noche arrojaban paquetes cerrados de distintas formas y tamaños.
Los arrojaban acá, justo donde estaba yo...Como si fueran para mí.
Una lluvia de incógnitas a punto de ser reveladas... y a mí no me daban los brazos ni las piernas para correr de un lado para el otro intentando atraparlas a todas.
Reuní todas las que pude y las comencé a abrir...
Algunas eran cajas grandes, otras cajas pequeñas, sobres, bolsitas de tela cosida, empaques de cartón corrugado, paquetes envueltos en papel de seda liso o estampado, papel madera...Un sobre tenía la forma de un animal hecho en papel afiche de colores, otro era cuadrado de color rojo... Todos con diferentes fechas de envío.
En un paquete había una manta tejida al crochet y un papel carta doblado simétricamente que con una letra muy temblorosa decía "Que dios te bendiga"
El sobre con forma de Animal hecho en papel afiche decía "Felicidades" en una etiqueta en forma de flor...Y adentro tenía golosinas!
Una caja grande y un poco pesada tenía una máquina de coser... No se veía muy bien la dedicatoria pero pude leer en letras invisibles que decía "Vos podés hacer lo que sea".
Me abrigué con la manta, mientras cosía una tienda en forma de casa y comía las golosinas del sobre de las felicidades. Y una vez que armé mi casa salía de expedición en busca de nuevos/viejos paquetes. Cada tanto me encontraba con cosas que no me gustaban y me preguntaba para qué había abierto ese paquete sin pensar... pero de a poco iba reuniendo características que me ayudaron a formar un citerio de selección.
En el medio perdí mucho tiempo con algunos paquetes eran como esos regalos de chiste en los cuales un papel brillante envuelve a otro y otro a otro mientras el corazón de acelera de la emoción por descubrir lo que había adentro y al final no hay nada y una se desiluciona o se enoja, pero después me daba cuenta que esos ni siquiera tenían una dedicatoria, que no era algo encontra mío y que le podría haber pasado a cualquier otro ser que con la misma ingenuidad que yo se dispusiera a abrirlos.
Mis sobres favoritos eran los de palabras y pequeños objetos sueltos...Eran TAN para mí !!!
Un día abrí un paquete pequeño que decía "Alquimia y tiempo" ... tenía diferentes escencias, unos utensilios de madera  y una foto semiabstracta en la que si uno miraba detenidamente encontraba una pareja durmiendo en uno de sus ángulos inferiores. Años después encontré una caja de cartón que contenía un instrumento... Miré para todos lados pensando si tal vez no habría abierto un paquete equivocado (yo nunca había tocado un instrumento en mi vida), pero ahí estaba yo sola... y después de mirarlo detenidamente un buen rato ví que adentro había un sobre con los acordes de todas las notas y una dedicatoria que decía "Practicar constantemente/permanentemente si es posible"... Reconocí el chiste interno, entendí que era para mí, al tiempo junté algunas de las palabras sueltas y compuse una canción...
Después de eso el tren empezó a pasar cada vez con menor frecuencia... Incluso algunas de las pocas veces que pasaba yo salía corriendo de mi tienda con la esperanza de que llovieran sobres y NADA...
Hace Años que ya no pasa el tren y me acostumbré a ese silencio del que de a ratos disfruto porque se oyen otras cosas más permanentes como el sonido de los pájaros o las gotas de lluvia.  Pero hace poco cayó del cielo como en una especie de miniparacaídas casero un sobre con mi nombre... Imaginate! Yo estaba ahí afuera, tranquila pensando en otras cosas, cada taaanto mirando las vías muertas no con nostalgia sino con una sonrisa...y en ese momento cae sobre mi hombro este sobre, como quien te llama golpetenado con el dedo índice cuando estás distraída. Lo abrí y tenía un montón de palabras sueltas... Casi en un acto dadaísta comencé a sacar una por una y recitarlas en voz alta para mí sola. Memorizo las palabras, las guardo en el sobre con mi nombre, entro a mi tienda y sonrío al ver todo lo que pude lograr con la suerte de que me hayan enviado esos primeros paquetes que me dieron abrigo, casa y alimento...
"Que dios te bendiga / Vos podés hacer lo que sea / Felicidades "

lunes, 1 de agosto de 2016

Mi nuevo no lugar

De repente empecé a correr por la cuerda floja.
Corrí dando zancadas, impulsada por los latidos desaforados de una ansiedad distinta...
A cualquiera podría parecerle una absoluta inconsciencia pero yo me dí cuenta que no existen los límites de velocidad sobre la cuerda y que tanto o más peligroso que correr es quedarse quieta.
Recordé el consejo de una amiga en un momento en el que yo deseaba muy genuinamente que algo aconteciera. Dijo "Salta y la red aparecerá!" y ahí nomás dejé de nomadear. Aparecieron mi cama, mi mesa, mis cosas y el sol entrando por mi ventana.
Algo así sería eso de tener una "corazonada". Otra de las palabras que me regalaste mientras yo aún caminaba por los bordes...
 Así que decidí que voy a corazonear todo este tramo incierto mientras me corren verborrágicos los dedos por el teclado cada vez que te siento conectar.

sábado, 23 de julio de 2016

Desvelo

Alguien escribe una palabra y alguien la lee...
 NO!
Alguien escribe una palabra y alguien la recibe con todo el pecho...
Y la palabra la penetra.
-Dame más! Cuántas palabras tenés ahí?
-Tengo todas las palabras de los libros que aún no leíste... te las puedo dar sólo si caminás por el borde...
Ella piensa... "Me tiro al abismo como en ese sueño en el que me despierto con el ruido de todos mis huesos sonando contra el suelo... o me limito a caminar por este único y delgado espacio que tengo habilitado? " ... Lo intenta, camina con esos pies pequeños que bien podrían ser de alguien 20 años menor, pero que ya tienen la experiencia de varios vértigos y varias caídas.
Avanza... y él dice "PERFUME", entonces el borde se hace aún más delgado. Ella le dice que "palabra" y "perfume" son de la misma familia, y logra avanzar unos cuantos pasos:
-"Voy a llenar con ese perfume este silencio, sólo para hacerte presente a pesar de tu ausencia"
... apoya sus pies, sin mirar, en alguna parte del terreno que aún siente firme y continúa avanzando con los ojos cerrados.


sábado, 12 de marzo de 2016

Dejamos acá por hoy

Qué significará tener sueño dentro de un sueño?
Qué querrá decir que al abrir la puerta de tu habitación de la infancia encuentres durmiendo en tu cama al chico que te gusta a los 34 años?

lunes, 7 de diciembre de 2015

Mirame

Te miro entre lapsos que escapan a mi propia voluntad  y consciencia de mirarte...
te miro esperando una respuesta...
como si de tanto mirarte de repente tuviera una epifanía y viera con claridad la solución al aspecto más irresuelto de mi vida,
pero no distingo si tu mirada de regreso es un silencio vacío o un ruido totalmente ensordecedor...
No me decís NADA y yo insisto en mirarte.
Te miro como quien mira todas las noches el cielo para ver una estrella fugaz...
De a ratos no duermo por mirarte
y me doy cuenta de que sos mi mejor escapatoria...
Te miro para saber si alguien me quiere... y lucho conmigo misma porque en el fondo sé que es todo una gran mentira.
Te toco con el índice, te miro una vez más con esa mezcla extraña de resignación y esperanza en los ojos vidriosos por haberte mirado tanto...
Me decís que ya son las seis y media, y que no hay ninguna novedad.
Yo te llevo a mi pecho y prometo no volver a mirarte al menos por unas horas.
Emitís un leve sonido:
Te estás por quedar sin batería otra vez

jueves, 1 de enero de 2015

Mensaje

El teléfono en la mano... y en el pecho una sensación de estrujamiento, sólo por pensar en escribirte un mensaje...
Pienso en todo el tiempo que pasó desde la vez que pude haber causado una buena primer impresión y en las circunstancias poco favorables que hicieron que cual fuera q haya sido esa impresión, no tuviera el peso suficiente para dejar una marca legible, bella o importante.
Casi dos años de esa rara vinculación entre tu liviandad y mi insistencia que no dicen NADA y dejan a la vez una pregunta que sólo puedo hacerme a mí misma.
Me enoja que esa pregunta tenga tu cara
Me frustra que esa pregunta suene con tu voz
Me decepciona no tener una respuesta para darme...

Me doy cuenta que es inútil el manojo de palabras desordenadas que hubiera podido decirte y obtener tu silencio como respuesta.

Apago el teléfono y escribo en otro lado un mensaje para mí misma: NO LO HAGAS