Seguidores

lunes, 26 de noviembre de 2012

Leo y escribo

No puedo... no logro con todo mi esfuerzo ni por medio minuto entender que en este momento el patrimonio cultural de toda la humanidad, los derechos de autor y la constitución nacional tienen q prevalecer por sobre tu nombre y tu ausencia. Ni todos los tratados bilaterales, ni la UNESCO ni la Cámara de Revisión del Congreso pueden quitarme el dolor en el pecho por más alarde que puedan hacer de su innumerable cantidad de artículos para la salvaguardia de los derechos morales de los artistas... Miro mis dibujos y lloro pensando q no pudieron hacer nada por mi ni yo por ellos... Solo intento repetirme una y otra vez: Esto existió y fué real...


lunes, 19 de noviembre de 2012

Yo estaba ahì...

Yo estaba ahì, creyendo que estaba en otro lado o en una nube, pero sabiendo que todos los miedos acechaban a la vuelta de mi pecho... agigantàndose en tu silencio.
Ingenua y làbil, cruzaba los dedos pensando en canciones de amor mientras vos pensabas todo lo que no habìas querdido pensar ni decirme a tiempo de no enamorarme: Que no te nacìan ni palabras, ni canciones, ni corazones con mi nombre, que ni todo mi amor inundando la habitaciòn de dibujos logrò meterse en tu trama, que lo INTENTASTE como quien hace el esfuerzo por tomar una medicina que puede curarlo...
Los abrazos de todos mis amigos no alcanzan para tapar la grieta enorme y deforme por la q se me sale el alma a buscarte, a querer quedarse al lado tuyo aunque vos no quieras, aunque me lleve el cuerpo a doler a otro lado... a llorar tus pestañas, tus caricias, tus sienes, las siestas, tu voz, tus abrazos, el desayuno, tus huesos, los brotes de tus macetas, tu mano, tu mùsica, tus lugares, tus personas, tu casa nueva, el sol entero entrando por tu ventana, la lluvia mientras corremos por el pasillo, tus ojos, tu boca, tu pelo, tu clavìcula, tus pies descalzos, tu pecho que ya no anida mi cabeza, tu lengua, tu saliva, tu guitarra, tus notas, los callos de tus dedos que besè esa misma mañana, tu paladar hermoso, tu panza, tu respiraciòn, todas las canciones y los poemas que no me nombraban pero me conmovìan... Todas mis làgrimas juntas te piensan incansables como mi amor sin escudos...
Yo estaba ahì... y vos ya no estabas... por eso caminè sin mirar atràs... porque si cierro los ojos estàs conmigo a donde sea que voy