Todo lo que toca se rompe... No le importan los tiempos, ni los procesos, ni los ciclos... lo que equivale a decir que todo lo que toca SE MUERE.
Muere ahí, al instante, en seco, todo el potencial... cualquier remota posibilidad de "tal vez", cualquier chance inesperada se anula con tal de exhalar todo ese aire atorado en el pecho...
Vomita un caudal de palabras con las que apuñala incansable cualquier dejo de esperanza y de paciencia que pudieran de casualidad haber sobrevivido a sus anteriores ataques, e invade todo el cuerpo y la mente como invaden mi casa las sombras del atardecer de un domingo...
Ahí se fué, en un mensaje... mi apuesta por respirar un poco más hondo al menos por un rato... Sólo para que el aire vuelva a ponerse denso y áspero con un cuentagotas de silencios y ausencias... y comience una vez más el único ciclo que siempre supo respetar y alimentar ...el suyo.
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